Me siento muy alegre por haber tenido la oportunidad de entrevistar a un atleta con un futuro bastante prometedor y un presente exitoso: Gerardo Isaac Sánchez Matamoros.
Conocido en el mundo del boxeo como Chocolate, Gerardo inició su camino como pugilista siendo muy joven.
Tras practicar varios deportes, Gerardo encontró su verdadera pasión en los guantes y los golpes. Estaba claro, el muchacho del Reparto por Bajo llegaría a ser boxeador; uno de los mejores de su país.
Asimismo, Gerardo Sánchez también se ha formado en el ámbito profesional y actualmente cursa el tercer año de la carrera de Periodismo.
Los invito a leer la siguiente entrevista para conocer más sobre la vida y los anhelos de Gerardo Chocolate Sánchez.
Mucho gusto Gerardo, es un privilegio poder entrevistarte. Cuéntame, ¿cómo inició tu camino en el boxeo y qué sentiste la primera vez que te pusiste los guantes?
¡Hola! Mi camino en el boxeo inició cuando apenas tenía 16 años. Había practicado otros deportes pero nada fue como el boxeo, en este deporte encontré mi pasión y me motivaba darle glorias a mi país por medio de su práctica.
Fue emocionante y sentía adrenalina ya que era una experiencia totalmente nueva. Yo nunca había sido una persona busca pleitos ni con deseos de andar peleando en la calle pero la vivencia de ponerme unos guantes por primera vez fue muy bonita e incluso lo hice muy bien en ese primer sparring que tuve, a pesar de los grandes nervios que tenía.
Ya entrando de lleno en tu carrera, ¿quién fue tu primer entrenador?
Mi primer y único entrenador es Julián Solís Güity, quien ha entrenado grandes leyendas e insignias del boxeo hondureño.
A pesar del apoyo siempre hay dificultades, ¿qué obstáculos has enfrentado en tu carrera deportiva?
Al igual que en varios deportes nos enfrentamos a la falta de recursos pero Dios siempre da maneras y bendiciones a mi equipo para que yo pueda entrenar.
La pandemia fue un gran problema debido al cierre del gimnasio y también he tenido varías situaciones personales adversas pero Dios no me ha dejado solo en ningún momento y he podido salir adelante.
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Me imagino que atesoras con cariño el recuerdo de tu primer pelea, ¿cómo fue?
Mi primer pelea fue en Guatemala y yo estaba pensativo sobre cómo sería ya que no había tenido esa experiencia de pelear profesionalmente, incluso en el pesaje a uno le da nervios debido a que lo de someterse a dietas es algo nuevo para uno.
Cuando iba subiendo al ring sentí que los nervios e inquietudes se disipaban y solo pensaba en mi objetivo: ganar y darle la alegría a mi país.
¿Qué sentiste tras tu primera victoria?
Sentí mucha alegría ya que representar a Honduras de la mejor manera es un sueño que siempre me he fijado y gracias a Dios lo he logrado.
¿Has llorado en algún momento de tu camino en el boxeo? Podría ser de felicidad por algún triunfo o por tristeza en alguna dificultad.
Claro que sí he llorado. Por derrotas, lesiones y dolor pero también por felicidad. En este deporte se sufre pero se goza.
Muchos tenemos la incertidumbre sobre tu apodo, ¿cómo surge?
Mi apodo surge durante una charla muy amena que tuve con mi entrenador Julián Solís. Estábamos platicando sobre nuestras comidas favoritas y el me consultó cuál era mi dulce preferido, yo le respondí diciendo que me encanta el chocolate. Le conté sobre lo mucho que me gusta el chocolate y el decidió que por eso me apodaría Chocolate Sánchez.
Sin duda alguna que es una anécdota interesante. Estas joven y tienes mucho por delante, ¿cuáles son tus metas en el boxeo y a nivel profesional?
Mi meta es seguir dándole triunfos a mi país y convertirme en el primer campeón mundial hecho en tierras hondureñas y entrenado por manos catrachas.
Ya en ámbito profesional mi objetivo es graduarme de la universidad como periodista.
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¿Cuál es tu mayor anhelo y qué sigue en tu carrera?
Mi mayor anhelo es ser un ejemplo para las generaciones y que los niños al verme se animen a practicar el boxeo y a lograr grandes cosas.
Toca seguir entrenando duro para enfrentar las duras peleas que vendrán y lograr el objetivo de ser campeón mundial. Hay que entrenar bastante duro para llegar a la meta fijada y quedar en los libros de historia de nuestro país.
Para concluir, ¿qué mensaje le dejas a los niños y jóvenes que sueñan con ser como Gerardo Sánchez?
Lo que yo les puedo decir es que se esfuercen, que se despierten cada día temprano para luchar por su sueño y siempre visualizar su futuro cumpliendo ese sueño. También les recomiendo que tenga disciplina, dedicación, determinación y sobre a todo a Dios en sus corazones; que le pidan con fe.
Lo que se propongan lo pueden lograr si trabajan duro. Dios está con cada joven y a a cada uno nos ha dado uno misión pero debemos hacer lo necesario y tener mucha fe para lograrlo.
Los sueños se hacen realidad, soy un claro ejemplo de ello.
Muchas gracias Gerardo por tu tiempo. Seguramente Dios tiene enormes planes para tu futuro deportivo y profesional, ¡te deseo lo mejor!
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