Algunas pasiones se llevan en las venas y ese es el caso de Dora Bográn con la equitación.
Desde muy niña, Dora inició a montar en caballo por su propia cuenta y rápidamente sus familiares y entrenadores notaron su enorme talento.
Con el paso de los años, la pequeña Dora se convirtió en una gran jinete con más de 80 medallas en competencias de Adiestramiento, Salto y Prueba Completa. A esto se se lo suma sus éxitos como jugadora de voleibol a nivel escolar y eventualmente como seleccionada nacional.
La formación de Dora no solo fue en el ámbito deportivo. También tuvo la oportunidad de cursar una licenciatura en Ciencia Animal con certificado en Biomédica en la Texas A&M University.
Con esto dicho, Dora Bográn es una hondureña digna de admirar y con vasto potencial. Los invito a leer la siguiente entrevista, ¡imperdible!
¿Ya conoces al Chocolate Sánchez?: Gerardo Sánchez, joven boxeador y futuro periodista que sueña con ser campeón mundial
Hola Dora, es un privilegio poder entrevistarte. Hablemos un poco sobre tus inicios en la equitación y cómo desarrollaste esa pasión.
Hola, mucho gusto. La primera vez que yo anduve en un caballo fue apenas con tres meses de edad en la hacienda de mi familia junto a mi padre. Dicen que yo no dejaba de llorar cuando me bajaron del caballo, hasta que me volvían a montar.
Ya en ese tiempo empecé a montar por mi propia cuenta y a los cuatro años ingresé a una escuela de equitación en San Pedro Sula. Eso me ha permitido aprender de diferentes entrenadores y obtener bastante experiencia.
La pasión fue inculcada por mis padres, quienes aman los caballos; mi papá más que todo. Mi abuela también fue una apasionada por los caballos y todo eso se me ha transmitido a mi.
Con lo que me dices me queda claro que la equitación es para ti es más que un deporte, ¿qué representa en tu vida?
La equitación no solo es parte de mi vida, sino que es mi vida. Toda persona que me conoce dice: Dora vive por esto y para esto.
Muy pequeña ya eras toda una jinete. ¿A qué edad iniciaste a competir? ¿Recuerdas el primer caballo en el que competiste?
Con ocho años empecé con mis primeras competencias de adiestramiento. Posteriormente, con diez u once años participé por vez primera en competencias de saltos. Mi madre y yo siempre hemos sido de la idea que las bases son fundamentales, fue por eso que primero fortalecí lo elemental antes de llegar a competir en saltos. Eso ha sido clave en los éxitos que he tenido.
La primera yegua en la que competí se llamaba Luna. Era una gran yegua y muy paciente conmigo, ya que yo estaba bastante pequeña y todavía era muy juguetona en la montura.
¡Un símbolo del deporte nacional!: Ronald Quintero, de Camasca a la cima del mundo
Cuéntanos sobre esa relación entre el jinete y su caballo, ¿cómo es?
Ahora mientras respondo las preguntas estoy con mi caballo; está recostado en mí. Es como combinar la relación de madre—hijo con la de hermana—hermano y mejor amigo—mejor amiga; algo totalmente distinto. Mi caballo es mi aliado y mi compinche, él hace todo por mí y yo haría todo por él.
Es un tipo de relación que con miradas y acciones se dice todo. Aunque no hablemos el mismo lenguaje nos comprendemos perfectamente bien y nuestro amor es recíproco.
La verdad que es una relación admirable. Siguiendo con el tema de tus competencias, ¿quiénes te inspiran a seguir adelante en la equitación?
Más que todo es mi familia, mi mamá es la que más me apoya. Asimismo, también mis entrenadores siempre me motivan a dar lo mejor por mí. También lo hago por mi misma y por mi caballo, a quien tanto amo; tenemos ese deseo de querer superarnos.
¡Un talento en el extranjero!: Diego Lainez, portero y jugador de fútbol americano que desea poner a Honduras en lo más alto
Seguramente has tenido algunos obstáculos en tu carrera, ¿cuáles han sido?
Este es un deporte bastante exigente en todos los aspectos: físico, emocional, mental y económico; no es un deporte barato. No se recibe el suficiente apoyo financiero de parte del gobierno, por lo tanto los atletas debemos poner todo de nuestra bolsa. Basado en eso te digo que los atletas tenemos en su mayoría dificultades económicas.
Tenemos la capacidad para brillar en el extranjero pero llevar los caballos a otro país y en avión es bastante caro, es por eso que no se hace mucho.
Los deportes que no son fútbol aquí no son muy apoyados. En mi caso, desde hace 15 años que estoy compitiendo no recuerdo haber recibido alguna ayuda de parte del gobierno.
En mi experiencia desde equitación y voleibol te digo que es muy difícil recibir apoyo del gobierno, pero cuando nos va bien, ¡son los primeros en presumir nuestros logros! Publican en redes y se enorgullecen aunque no nos hayan apoyado en nada.
Dime, ¿qué sientes mientras montas en tu caballo y saltas obstáculos?
Es un sentimiento que con explicarlo no hago nada, hay que sentirlo por uno mismo. Es un sentimiento de que eres invencible y que junto a tu caballo eres uno solo, tú le lees la mente y él a ti. Llegar a eso es complicado ya que toma años de experiencia y comunicación pero al sentirlo percibes al caballo como parte de tu cuerpo, una extremidad más.
El sentimiento de libertad es increíble. En algunas ocasiones vas a velocidades en las que no se escucha más que el respirar de tu caballo.
No todo ha sido equitación, también has sido seleccionada de voleibol y juegas en la Liga Francisco Morazán con Fénix.
Así es. Integro la Selección Mayor Femenina desde 2021 y actualmente juego en la Liga Francisco Morazán con Fénix Volleyball. A nivel de escuela secundaria fui campeona del AASCA en 2015 y 2016 con la Escuela Internacional Sampedrana.
En ese mismo año fui campeona de la Liga Sampedrana de Voleibol. Asimismo, ganamos el ABSH en 2015 y yo fui la Most Valuable Player (MVP) de dicho torneo.
La verdad Dora que ha sido un gusto poder entrevistarte. Tienes una gran historia y tu recorrido es digno de admirar. Te deseo lo mejor en todo y que sigas siendo feliz con la equitación, ¡tu gran pasión! ¡Éxitos!
¡Muchos títulos y medallas!: Guillermo Muñoz, médico y eminencia del tenis de mesa
Comments